Dueño de las cosas
de los tiempos y los dias
mas fiel que los perros
de gruerras perdidas.
Me llevas hacia nada
repeles todo lo que tocas,
y contagias la mirada
del color de las rocas.
Y aqui en el centro
el frio siempre gana,
puede mas un dia helado
que un verano entre las llamas.
Y la noche congelada
entre tanta mujer
y tanta esperanza
dejó un algo que se fué,
para unirse otra vez,
a vos,
dueño del encierro,
compañero del escombro,
asistente del deseo,
a vos,
rey de lo impresente,
a vos,
puto abandono.