Buscar este blog

Tu texto

Daniel comulga de adulto

Hastiado de lo banal e intrascendente del rito religioso me decidí por convertirlo en magia. De todos los presentes, nadie caló tan hondo en mi rechazo como el arquitecto y su familia que, nada habían hecho para ser mirados con ese total desprecio a excepción de ser complices de la pantomima que se estaba llevando a cabo.
Todos los dolientes rezándole a un mas allá inventado por hombres como ellos  pero aceptado por la mayoría a la sazón de una evidente imposibilidad para sentir por si mismos cualquier forma de divinidad, la música espantosamente desafinada y vieja, las palabras que ya se repitieron infinitas veces ante tantísimos de seres humanos durante tantos siglos: 
La desacralización en su total desnudez, sin símbolos, sin alegria, sin extasis ni contenido.
Asi que decidí levantarme de ese banco apestoso -que te invita a arrodillarte ante lo desconocido sin siquiera permitir el contacto de las propias rodillas contra el suelo- y hacia ellos me abalancé a comer el cuerpo de cristo, a explicarme a mi mismo que la bondad es otra cosa cosa que la pregonada en ese templo, que de todos ellos tal vez quien mas había hablado con Dios era yo que tengo antenas cortas, y lo hice. Formé parte del acto canibal.
Nadie notó muy bien mi infiltración, mi mirada de desprecio al bajar las escaleras del altar paso también inadvertida y aqui lo mas extraño de todo: Cuando me fui a sentar me sentí parte de ellos por un segundo, pude tener conciencia de comunidad (aunque no sea la mia) y mi acto de aprendizaje comenzó a tomar otra forma, a recanalizar ese odio en otra cosa que el mismo tiempo pondrá nombre. De ahora en mas, por respeto al projimo, intentaré no participar de rituales que no son los mios.
Ahora mi pregunta final: ¿Porque hoy después de enfrentar el miedo a la condena y reafirmar ante mi mismo mis convicciones tengo esta cagadera? Punto para el cura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario